Ya era un gran criador cuando no había ni sociedades ni concursos. Fui su último "enchufado". Cómo me quiso!

Criador desde 1917, posiblemente fue uno de los iniciadores de la canaricultura de color en Valencia y fue el criador más grande de su época, que fue muy larga. Lo recuerdo como una persona entrañable y muy querida por todos los aficionados que lo conocían como "El Tío Felipe".

Participó intensamente en los concursos que poco a poco empezaron a celebrarse, formó parte de la Ascociación de Valencia desde el principio de los tiempos, ganó medallas en concursos por todas partes, ... y enseñó a mucha gente.

Tenía una empresa de autobuses con la que realizaba el transporte escolar y él mismo era conductor de uno de ellos. Supongo que estaba muy acostumbrado a tratar con niños porque conmigo fue todo cariño desde el día que lo conocí, alrededor de 1973.

Con él aprendí lo que era un criadero, a observar los pájaros, innumerables técnicas para criar y unas cuantas nociones de cruzamientos, sobre todo en lo referente a cómo hacer las parejas "para sacar campeones". Con cualquier excusa mi padre, que disfrutaba con él de lo lindo, se plantaba algún domingo por la mañana en su casa y subíamos a ver pájaros por todas partes, incluído algún tejado que otro. El Tío Felipe me explicaba con extraordinaria paciencia el contenido de cada jaula y contestaba sin parar al niño preguntón que tenía delante. Después, cuando el creía conveniente, empezaba a silbar suavemente y de inmediato se arrancaba a cantar su pájaro Mynah con voz fina y clarísima canciones como "Soldadito Español".

A veces me contaba historias de su vida y yo gozaba con algunas de sus hazañas heróicas, como cuando se dedicó en la Guerra a pasar españoles de uno y otro bando "para que pudieran juntarse con su familia".

Me hubiera gustado que me viera como Juez o ganando concursos importantes, pero nu pudo ser.