Rafael Martínez Vázquez

El Maestro de maestros. El más grande de todos los criadores españoles. Un buscador visionario.

Supe de Rafael "el de Callosa" durante el Mundial de Valencia de 1976, aunque entonces sólo lo trató mi padre. A las pocas semanas fuimos con Ramón Roca a Callosa de Segura (Alicante) a saciar las ganas de comprar pájaros de mi padre y visitamos los varios grandes criadores de ese mismo pueblo ("Antoñico", "Machuca", "El Rubio" en casa de Gonzalo Zaragoza). El plato fuerte lo dejamos para el final: Rafael "el Francés" (así lo conocían en su pueblo). Sigo recordándolo como el día más intenso de mi vida ornitológica: 42 parejas de canarios ... y Rafael.

Por aquél entonces y gracias a la intensísima pasión de mi padre había ya visitado otros grandes criadores, pero Rafael no era como los otros, ni hablaba igual, ni miraba igual (... esa mirada suya). En esa primera visita era Ramón Roca quien llevaba la voz cantante y tuvimos que esperar a que terminara de hacer sus compras para poder empezar nosotros. Qué suerte! Estuve un par de horas disfrutando de las explicaciones que daba Rafael sobre cada pájaro y, por qué no decirlo, de su extraordinaria habilidad para la venta. Aquello me marcó.

Los resultados de sus pájaros fueron extraordinarios  y volvimos al año siguiente a casa de Rafael a repetir el ritual que haríamos después tantas veces: visita al criadero, alcachofas de mil maneras en "Casa Morote", charla de pájaros y más criadero. En la segunda visita ya pude tener todo el Rafael que quise, y bien que lo exprimí ... Me hablaba de todo, de mis preguntas de lo más básico y de temas que me parecían entonces de ciencia ficción (y ahora de vez en cuando) como la inseminación artificial que ya practicaba él en aquellos tiempos, las hibridaciones para experimentar, los "passe par tout", ...

En las visitas a casa de Rafael se aprendía de todo y desde que empezabas a subir por la escalera hacia el criadero a poco que tuvieras los ojos y orejas bien abiertos. Granes cedazos con alpiste y mixtura puestos al sol eran una invitación a la pregunta: es necesario lavar las semillas Rafael? ... y contestaba, pero no un sí o un no, de eso nada, sino con todo un tratado sobre la materia. Con su estilo fluido, pero también de medias palabras, pícaro, listo. Esa fue siempre la realidad "Rafael era más listo que las ratas".

Pero el día más importante de mi vida ornitológica estaba por llegar! La temporada de 1977 la preparamos ya de otra manera. Mi padre invitó a Rafael a venir a casa a hacer las parejas y unos días antes me llamó y me pidió que las tuviera ya hechas para que todo fuera más fácil. Me pareció de lo más lógico y me tiré un buen tiempo preparando unas 80 parejas a mi manera. Cuando llegó el esperado día, Rafael se plantó delante de la primera pareja y me preguntó "¿Tú que quieres conseguir con este cruce, a dónde quieres llegar? explícamelo" ... Y así con muchos de los cruces que estaban ya planteados. No corrigió ninguno porque era lo de menos, "con unos se acierta más que con otros", y porque, según él, había aprendido a buscar. Rafael me enseñó a buscar. Menudo regalo me hizo!

Fue muy intensa nuestra relación durante mucho tiempo y aprendí de todo, pero desde luego que fue Rafael quien activó en mi los mecanismos de la búsqueda, aprovechando mi insaciable curiosidad y esa creo que fue su mayor enseñanza. No se trataba de aprender lo que él sabía, sino de ser capaz de buscar por mi mismo y encontrar placer en la misma búsqueda y no tanto en el resultado, que al final también llega.

Rafael fue el principal proveedor de pájaros de muchos de los grandes campeones de la época como Manuel Antón "El Rubio", Jose Antonio Abellán, Ramón Roca, Joan Sender o nosotros mismos, entre otros muchos. Como yo no entendía porqué hacía eso un día se lo pregunté:
- "¿tú por qué no concursas Rafael?"
-"Pues porque no es lo mío, yo os lo pongo en bandeja y vosotros lo rematáis. Además, cómo verías tú que fuera a los concursos y te ganara? Me seguirías comprando?"

Era o no un Maestro?

using allyou.net