Los pájaros se bañan en libertad siempre que tienen ocasión. Es importantísimo para nuestros pájaros tener la posibilidad de poder bañarse y así cuidar de su plumaje, pero también es una oportunidad para nosotros al poder añadir al agua lo que pueda interesarnos en cada momento.

Nuestros pájaros se bañan cada dos días (a diario durante la muda) en agua fresca a la que añadimos los siguientes aditivos según el momento y necesidades:

- sales de baño para pájaros (de diferentes marcas, como BEYERS, usualmente dos cucharadas soperas por cada 10 litros de agua)
- vinagre de manzana (2 ml por litro de agua)
- desinfectante del tipo F10 (1 ml o incluso 2 ml por litro)
- insecticida contra el piojillo hidrosoluble (siguiendo las instrucciones del fabricante).

Lo ideal es permitir el baño también durante la cría siempre que nos sea posible, muy especialmente durante los meses de calor.

Nuestra costumbre es colocar bañeras externas y dejarles la oportunidad de bañarse durante una media hora. Transcurrido ese tiempo (mientras realizamos alguna tarea en el aviario) las quitamos. Pronto aprenden que hay que espabilar y se bañan inmediantamente, incluso cuando aún tenemos la mano sujetando la bañera.

Los efectos del baño continuado son espectaculares para los pájaros y nos ayudan a mantenerlos libres de parásitos y con un plumaje en perfectas condiciones. Cuando no es posible colocar bañeras, una buena solución puede ser pulverizar los pájaros directamente mojándolos bien (por supuesto con el aditivo que nos convenga, muy especialmente el desinfectante).