La inscripción en los concursos.

Es importantísima la selección de los concursos a los que queremos acudir y la planificación completa de todos los aspectos relacionados con ellos.

Son muchos los concursos que se celebran cada temporada y también muchos los motivos por los que los criadores acuden a ellos. También es amplio el rango de fechas en el que se celebran, empezando normalmente a principios de octubre y terminando a finales de enero con el Campeonato del Mundo. Hay que elegir porque no podemos ir a todos, ni todos nos interesan.

Lo ideal es preparar un calendario y marcar en él los concursos que nos interesan (por la razón que sea) y ver a cuales podríamos acudir sin problemas y cuales nos obligan a elegir, por coincidencia de fechas, porque se solapan entre sí, etc.

Un primer criterio puede ser la fecha de celebración. Tenemos que eliminar los concursos que se celebran cuando nuestros pájaros no están todavía en condiciones  participar y luego, entre los concursos que nos queden, preseleccionar aquellos que nos convengan.

Otros criterios que nos hacen acudir a los concursos pueden ser de lo más dispar. Hay criadores que acuden a determinados concursos porque es fácil vender sus pájaros allí, otros eligen concursos especialmente prestigiosos porque entienden que lo primordial es elevar su palmarés, algunos sólo acuden a monográficos con jueces especialistas en la variedad (cuando los hay) y otros sólo a nacionales y mundiales porque no tienen tiempo para más. También hay gente que hace todas esas cosas a la vez. En mi opinión lo importante es elegir los concursos que nos interesen y llevar los pájaros que de verdad convienen a nuestros intereses en cada concurso.

Con el calendario de concursos preseleccionados deberemos ver el programa de cada uno y estudiar detenidamente sus grupos, los jueces, los trofeos, los horarios de recepción y entrega, el precio de la inscripción, si existe servicio de porteadores. Eso nos permitirá evaluar en qué concursos tenemos más opciones para ganar premios o cumplir nuestros objetivos.

No es necesario que llevemos todos los pájaros que hemos preparado para concursar a todos los concursos. Es conveniente que, por el contrario, elijamos diferentes lotes para cada concurso en función de los objetivos planteados, de los jueces que acuden, de la competencia que esperamos, de la proximidad de grandes concursos, ... Y por supuesto debemos reservar nuestros mejores pájaros para los concursos que de verdad nos importan, arriesgándolos lo mínimo (nada quizá sería mejor) en concursos de menor importancia. Si de verdad queremos ganar el Mundial (y tenemos pájaros de nivel para hacerlo) sería razonable que esos pájaros estuvieran preparados para el Mundial y no los arriegáramos en ningún sitio donde puedan estropearse sin tiempo para recuperarse.

Con todas esas decisiones claras, hay que inscribir cuidadosamente nuestros ejemplares en los grupos que realmente les corresponden. Esto parece obvio, pero en todos los concursos los jueces tenemos que "desclasificar" pájaros que aparecen en grupos que no son los suyos. En algunos concursos la propia organización hace el cambio de grupo, pero son muchos los que no lo permiten y dejan esos pájaros sin concursar. Si el criador tiene problemas para hacer la inscripción, debe de acudir a su asociación o a algún amigo que le ayude a hacerla correctamente.

También hay que estar muy atento a las fechas de inscripción para que no nos quedemos fuera de concurso por semejante negligencia, como ocurre mucho más de lo que pudiera pensarse.

Un buen criador, en resumen, debe tener claro antes de la temporada de concursos el total de sus pájaros "de competición", dónde los va a llevar, qué pájaros llevará a cada uno de ellos y cuando debe inscribirlos.


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